jueves, 13 de junio de 2013

Angelina Jolie, Michael Douglas, Mercedes Milá y el marketing de la prevención

Primero fue la actriz Angelina Jolie y su operación preventiva de pechos para evitar el cáncer de mama. Ahora conocemos que las acciones de la compañía Myriad Genetics, que desarrolla la prueba que detecta si se puede padecer cáncer de mama, se dispararon un 15% tras la confesión de la estadounidense.

Luego fue Michael Douglas, al que su afición por el sexo oral, según dice, le ha conducido a un cáncer de garganta. El País publica, aunque no da datos concretos que

“hizo solo en unas horas más por la defensa de la vacuna contra el virus del papiloma humano que años de campaña de concienciación. Y si además el comentario pilla por medio a una empresa cotizada, el efecto no se hace esperar en Wall Street, donde los inversores están a la espera de saltar ante cualquier oportunidad de compra”.

Lo penúltimo ha sido lo de la periodista Mercedes Milá que con toda su buena intención, se supone -como los anteriores-, ha advertido de los peligros del sol en la piel, en concreto que la exposición al mismo nos provoque melanoma, un cáncer de piel. Lo cuenta en su blog de Tele5 y promueve una campaña de la empresa de cosméticos Avene para vender cremas de protección solar.

Observo varios aspectos:

-La publicidad, promoción o marketing basado en “famosos” es antiguo pero puede haber un nuevo filón para convencer a la sociedad de la necesidad de determinados productos sanitarios unir una cara conocida con una motivación social: advertirnos del cáncer de mama, de faringe o de piel.

-Que, por ejemplo, deportistas relevantes publiciten “comida basura” ha sido y es cuestionable desde el punto de vista de la ética. Aquí, haya acuerdo con determinada empresa o no, dinero mediante o no, el asunto es más delicado pues se supone que el “famoso” antepone un objetivo social al negocio que sigue a sus declaraciones o posicionamiento.

-Pero las buenas intenciones también pueden hacer daño si no están basadas en datos concretos, veraces, científicos podríamos escribir. Amputarse los pechos sanos para prevenir un cáncer de mama, sometiéndose a una intervención médica que, como todas, conlleva de por sí un peligro y existiendo métodos de seguimiento que podrían garantizar la salud de Jolie es irracional.

Para “prevenir” el cáncer de mama se suele recomendar el cribado, la mamografía, pero conviene saber que falla tanto que por 2.000 mujeres cribadas, durante diez años, sólo una evitará morir de cáncer de mama y diez mujeres sanas serán tratadas como si tuvieran cáncer de mama. Y se ha publicado que NO tiene efecto en la mortalidad en Inglaterra.

Promover, aunque sea de manera indirecta, una vacuna como la del papiloma, polémica desde que fue adoptada por los calendarios vacunales; de la que se desconoce su efectividad; que es la que másnotificaciones de reacciones adversas -incluidas muertes (¡de adolescentes sanas!) es irresponsable.

Recomendar no abusar de la exposición al sol es sensato. Promocionar sin criterios concretos las cremas solares, así, en general, no. Leed el artículo del periodista experto en tóxicos domésticos Carlos de Prada sobre los daños que pueden provocarnos las cremas solares convencionales.

Ojalá los personajes populares se informen mejor antes de emprender campañas que en cierto modo pueden hacer igual o peor daño que el que pretenden evitar.

Publicado por Miguel Jara (@MiguelJaraBlog) el 12 de junio de 2013


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